...Gente que te
escucha, gente que no
gente que te banca (soporta), gente que no
gente que te invita a su casa a dormir
gente que te deja en la calle morir...
gente que te banca (soporta), gente que no
gente que te invita a su casa a dormir
gente que te deja en la calle morir...
Esta
estrofa pertenece a la canción Gente que no del grupo
argentino Todos tus muertos. Recuerdo con total nitidez la
primera vez que escuche esta letra y me encantó. Aproximadamente
tenía 10 años y al oir esta canción entré de cabeza en el rock.
En un segundo pasé de entretenerme con la música de Las
trillizas de oro (que también cantaron junto a Julio Iglesias),
a escuchar esta letra irreverente nada apropiada para un niño de
temprana edad.
De
hecho, me acuerdo que una tía mía me prestó su radio cassette
Casio y aproveché para grabarla y memorizarla, para desgracia de mi
madre que me preguntaba una y otra vez de dónde había sacado esa
canción. Para mí sigue siendo mágica y liberadora, y
todavía recuerdo la letra entera.
A
día de hoy, siempre se me viene a la cabeza esta letra cada vez que
me encuentro con una persona que transmite mala onda. Este
tipo de gente que vive enfadada con el mundo, que nada le viene bien
y que todo lo que sucede a su alrededor le parece mal. Es gente con
el alma podrida, que no sabe lo que quiere y si consiguen lo que
desean no saben disfrutar de ello. Gente que no.
Me
refiero a esa clase de personas que cuando a ti te pasa algo bueno, a
ellas les ocurre algo mucho mejor, y cuando a ti te pasa algo malo a
ellas les pasa algo mucho peor. Son gente descontenta, para
ellas nunca nada sale bien y todo es objeto de crítica, excepto
ellas mismas porque, a pesar de su inconformismo, se consideran perfectas.
Son
individuos que disfutan dando órdenenes y diciéndole a los
demás lo que tiene que hacer. Da igual si son jefes o no, incluso,
se da el caso de que, aunque sean el último mono, se creen con la
autoridad moral suficiente para impartir cátedra sobre cualquier
tema humano, inhumano o paranormal. Son seres amargados que intentan
inculcar su amargura a todo ser vivo que se le acerca con la única
sana intención de mantener una conversación agradable.
Sé
muy poco de Psicología, pero es posible identificarlos con cierta
facilidad. Intentan esconderse entre la muchedumbre, pero más
temprano que tarde salen y atacan. Si se resisten a salir
puedes utilizar algún cebo del estilo: “A mí se me dan muy bien
las matemáicas”. Y si el ser “gente que no” escucha la
frase, enseguida responderá: “Pues yo estuve a punto de entrar
en la NASA”.
Estos
hombres y mujeres catalogados bajo el paradigma “gente que no”,
también sufren y lloran, pero no te hagas ilusiones: cualquier
problema que hayas tenido o tengas es una estúpidez comparado con
lo terrible de su existencia. Les ocurren cosas tan dramáticas
que en la mayoría de los casos optan por no contártelas para que no
sufras y, además, no serías capaz de entenderlas.
Las
personas “gente que no” están repartidas estratégicamente
por todos los rincones del mundo preparadas para decirte lo
que tienes que hacer, lo torpe que eres, cómo tienes que vestir,
tirar abajo tu autoestima, hacerte creer que estás amargado,
recalcarte que tienen más poder que tú, que están mejor preparadas
que cualquiera para sobrevivir en este mundo, que le sobran los
amigos y que, por supuesto, están encantadas de conocerse.
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© 2015 Literatumas: blog literario de Martín Lapadula
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