domingo, 29 de noviembre de 2015

Fin del mundo

Conservo algunas cosas de mis abuelos y, entre ellas, un pequeño maletín de mi abuelo Luis donde él guardaba recuerdos personales. Esta semana, mientras ordenaba unas cajas de libros, me volví a topar con ese maletín y decidí vaciarlo con el fin de observar con más detenimiento lo que había allí. Una vez que saqué todo me di cuenta que en uno de los bolsillos interiores asomaba un trozo de papel. Tiré de él y apareció un sobre muy antiguo que tenía dentro una carta.

domingo, 22 de noviembre de 2015

La toma del ombú


Pasé mucho miedo. La tormenta no paró en toda la noche. Truenos, relámpagos y una cortina de agua tan intensa que presagiaban que pronto llegaría el fin del mundo. Todavía recuerdo como el viento levantaba las tejas del techo para luego dejarlas caer sobre la estructura de madera, dando unos golpes secos escalofriantes.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Inútil: ¿activo o pasivo?


El otro día me invitaron a un simposio llamado “Los cambios en el trabajo en la era digital”. Aunque el tema es de actualidad, las ponencias se hacían cada vez más pesadas, y no lograba centrar la atención más de cinco minutos cada vez que los conferenciantes empezaban a destripar el entramado de Internet y sus consecuencias.

domingo, 8 de noviembre de 2015

De alma, cagón

Siempre he sido muy incrédulo respecto a las historias de fantasmas y espíritus. No digo que la gente mienta cuando cree haber entrado en contacto con una persona que ya está muerta, pero si pienso que se trata de ilusiones creadas por la mente, inducidas por la visita a un lugar o casa extraños o por la pérdida de un ser querido. Sin embargo, este tipo de historias me hacen sentir mucho miedo y respeto. Y digo esto por lo que voy a contar a continuación.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Trastero (o galponcito)

Después de muchos años de investigación y de contactar con importantes personalidades del mundo de la arquitectura y la decoración interior, todavía no está claro cuál es el origen del trastero. La hipótesis más plausible parece apuntar a la mente “maquiavellica” de un constructor que, tras edificar un enorme bloque con un gran garaje, se dio cuenta de que quedaban algunos huecos donde no cabían coches. Entonces ocurrió el “big bang”, comenzó a levantar paredes en esos pequeños huecos y les colocó una puerta. Había creado el trastero y ya nada volvería a ser como antes.